viernes, 22 de agosto de 2008

Bienvenida a nuestra Iglesia, querida Elenita

Y ocurrió no más...
El día sábado 16 de agosto, recién pasado, nuestra hija Elena Josefina Rojas Villalobos, pasó a integrar oficialmente las huestes de la Iglesia, y a convertirse en miembro y parte del Pueblo de Dios. Sí. Ese hermoso día nuestra pequeña fue bautizada.
El evento se concretó en la parroquia La Sagrada Familia, donde nuestro amigo, el padre Mauricio Aguayo, presidió la celebración (esta denominación me la enseñó Cristian, otro entrañable amigo y además, nuestro catequista pre-bautismal junto a Nancy).
Nuestros compadres, es decir los padrinos de la hija fueron y serán desde ese día, para siempre, Gonzalo y Soledad, mi cuñado y su señora.
Nos acompañó gran parte de la familia de Karencita y mi mamita, que viajó desde Santiago. Junto a ellos, varios de nuestros queridos amigos, estuvieron presentes, siendo testigos de la maravilla de Dios manifestándose entre nosotros.
La idea era que todos, nos acompañaran en esta alegría que sentimos en el corazón y fueran testigos de la manifestación palpable en nuestra hija de la maravilla del Señor en nuestras vidas.
Luego, nos fuimos a la casa, donde compartimos un pequeño cóctel con nuestros amigos y parientes. Al parecer se nos fue un poco la mano con la cantidad de cositas, pero todo fue hecho con amor. Lamentablemente, los invitados comenzaron a irse muy temprano (que fome), pero estamos felices de que nos quisieran acompañar aunque fuera un ratito.
Muchas gracias a todos, muy en especial a Dios, por sembrar en nuestros corazones la necesidad de bautizar a nuestra hija, tal como dijo el padre Mauricio en la prédica del templo.

Aquí, le smostramos el momento preciso en que el padre Mauricio bautiza a la hija en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo... emocionante



Hasta la próxima...

viernes, 8 de agosto de 2008

Teno sueño.... pero por echarle pa' elante, mi amor


Tengo un poco de sueño... es cierto y tengo deseos de irme pa' la casa... a dormir.
Pero este sueño no es por andar carreteando, bobeando o comportándome de forma inadecuada, como antaño. Esta sensación es porque esta semana, cumplimos una semana y media en nuestra gestión emprendedora "Elenita", Cafetería a Su Escritorio...

Sí, junto a Karen, estamos vendiendo cositas como sandwiches, trozos de kuchen y de queque (en principio), para reunir platita pa nuestro nido de amor. Nos distribuimos las tareas, de forma tal de colaborar ambos en lo que más podamos. Ella (con gran ayuda de su mamá) fabrica los dulces y realiza las compras de gran parte de los insumos y envasa los sandwiches. Mientras que yo, me levanto temprano, compro el pan, hago los sandwiches, empaco la producción, me la llevo al trabajo y la vendo.

Tenemos como clientela mi trabajo, la oficina. Hablé con el jefe y me autorizó. Las ventas han sido buenas y por eso continuamos. Hasta ayer, habíamos vendido más de 80 mil pesos. Claro que a eso debemos restarle los gastos, calcular los costos y sacar las ganancias. Mi amorcito ya tiene apartados unos 40 mil pesos. Yo creo que nos excedimos un poco...

Pero lo principal, es que tenemos ganas de salir adelante, con tesón, esfuerzo, poniéndole el hombro juntos.

En la mañana, Oscar, mi coordinador, intentó decirme que tal vez debería pensar en una alternativa que apuntara a aprovechar mejor mis capacidades y las herramientas adquiridas en la Escuela de Periodismo y los demás lugares donde estudié...

Debo confesar que me molestó un poco su comentario... le dije que el trabajo dignifica al hombre, en todo sentido y que lo que haga en virtud de conseguir un mejor pasar para nuestro proyecto de familia, en vista que lo que el CFRD no me da para alcanzarlo, es positivo. No me dijo más. Pero me dejó la espinita clavada.

Yo siento que debería tener un mejor sueldo en este lugar, unido a un contrato de trabajo, que permitiera acceder a los beneficios mínimos que merece un trabajador y su familia. Pero estas , a pesar de ser reivindicaciones justas, no tienen eco en esta oficina, por el momento y no la han tenido en el tiempo que he permanecido en ella. Algunos conformistas dirán (yo también lo he pensado), que al menos tengo trabajo y en parte es cierto. Sólo en parte.

Bueno. Quería compartir esto que me está pasando con ustedes... de Elenita, sólo el nombre del negocio, jaja. Pero en realidad, es el "lei motiv" de lo que estamos haciendo con mi amor. Sin su llegada, no sé si estaríamos tan embalados en esto... En realidad, mi hermosa niña Karen, es y será un aliciente permanente y más que suficiente, que tira y empuja si es necesario, pa que me desee levantar por la mañana, quiera construir nuestro espacio, quiera salir adelante.
Las amo a las dos, con todo el corazón, y cada día mucho más. El Señor me ha bendecido y lo seguirá haciendo, por la eternidad. Eso lo siento en mi pecho, sin lugar a dudas.

Ya, adiós. Me cansé de teclear. Será hasta muy pronto.
Cariños a todos, en especial a mis guachinis lindis.

Papá, Iván. ;)

martes, 29 de julio de 2008


Nuestra bebita cumplió sus primeros 3 meses de vida el sábado recién pasado.
Su abuelito Hernán, hace tres meses y dos días antes se había ido tb.
La vida entera estará ligada la vida de nuestra hermosa niña a la de la partida de mi padre.
Sin embargo, y más allá de la natural pena que me da, esta conexión que ellos tienen para siempre me gusta. Es una forma de recordarlo con cariño, con cercanía y de perpetuar su recuerdo en la mente y la vida misma de nuestra hermosa niña.

El sábado del fin de semana pasado, estuvimos con Karen en casa de Gonzalo, futuro padrino de Elenita y por lo tanto, compadre nuestro, junto a Soledad, su esposa. La hija estaba acostadita en la cama matrimonial y subí a ver si estaba despierta. La encontré con sus tremendos ojos, mirando el techo de la habitación. Comencé a "conversar" con mi hija, ante lo que ella respondió con sus ya clásicos "eu" o "agú", que me encantan. Ante eso, comencé a balbucear en su dialecto, moviéndome repentinamente hacia ella, lo que le gustó mucho. A tal punto fue su respuesta satisfactoria, que empezó a carcajearse de lo lindo, ante lo que yo, obviamente, me puse muy chocho, ja.

Me sentía entre sorprendido, orgulloso, feliz, emocionado... muchas cosas juntas, pero todas hermosas. En ese instante de complicidad padre-hija, no pensé en Karencita, sino hasta que ella se asomó a preguntar si la hija estaba despierta o no, ante lo que yo le dije "sí, y ven a ver lo que está haciendo cuando le hago así"... intenté un par de veces que hiciera su carcajada nuevamente y la hija... no lo hizo más, jaja.

Días después, es decir, ayer, después de almuerzo, tomé a la hija en brazos. La tuve sobre mi pierna y luego se la entregué a Karen para que la sostuviera. Al rato, entre la conversación con Karen, me puse a hacerle fiesta a la gordita chica, ante lo que ella respondió con una sonrisita, como casi siempre que no tiene hambre, ja. Pero grande fue la sorpresa, cuando, ante lo mismo que, casi sinpensarlo, le había hecho el otro día en casa de Gonzalo y Sole. Es decir, le balbuceé un poco lo mismo que ella, pero acompañado de una sonrisa mía. Comenzó a carcajearse de una forma muy, pero muy linda, y no una sola vez, sino que unas 7 veces seguidas, ante la felicidad , emoción, alegría, orgullo, y una explosión de emociones juntas que sentimos. Karen y la señora Carmen fueron testigos de las bellas sonrisas y carcajadas de nuestra pequeña.

Bueno, eso les quería contar sobre la hija, por ahora.

Ah... con Karen estamos empezando a emprender una iniciativa comercial, para juntar nuestras chauchas y poder tener un ranchito donde vivir más adelante. Por el momento es un pequeño servicio de cafetería al escritorio.

Un abrazo.

Chauzzz

Iván